Pero más allá de la producción de documentos con un propósito específico, la escritura es otra manera de pensar.
Poner las palabras en papel (o en pantalla), ayuda a dar claridad al pensamiento.

Una buena escritura redunda siempre en mejores contenidos de comunicación política, pero en esta ocasión quiero hablarte de lo que sucede antes de la comunicación política.

Gran parte de los problemas que surgen en una carrera política, ocurren por la indefinición, por la ausencia del hábito de escribir las ideas, las estrategias, el rumbo que vas a seguir.

Esto es singular, por decir lo menos; en cualquier empresa privada, en cualquier actividad intelectual, poner en el papel las directrices del trabajo es un asunto esencial, incluso esperado.

Todo jefe de un área, de una división de negocios o una empresa, espera de sus subordinados reportes escritos de planeación y resultados. El estándar es dejar de manifiesto qué ocurre y qué se hará para ganar.

En la arena política, quizás por el perfil de quienes la habitan, la escritura no es un método privilegiado para operar.

Podría aducirse que en política mucha información no puede registrarse, es riesgoso, después de todo la política descansa en sobrentendidos, alusiones, y en una vaguedad que no compromete.

Pero más allá de lo cotidiano, y lo estratégico (que si no está escrito simplemente no existe), la escritura tiene el poder de ordenar el pensamiento, construir una estructura intelectual que le dé sentido al todo y a lo ordinario.

Cuando te fuerzas a escribir, a llevar un diario de ideas, planes, y bitácora de lo ocurrido, estás dejando atrás una memoria a la que recurrir en momentos de duda, un borrador de las ideas políticas en las que se sostiene tu filosofía personal.

¿Por qué estás en política? ¿Por qué has tomado la decisión A en vez de B? ¿Por qué has privilegiado X causa en lugar de la causa Y? ¿Por qué has utilizado determinado modo de acción en la lucha política? ¿Qué es lo que te inspira? ¿Cuál es tu meta ulterior? ¿Cuál es la estrategia específica y pormenorizada que vas a seguir? ¿Por qué has cometido determinado error? ¿Cómo es que el azar o la suerte han actuado a tu favor en la última jugada política que has llevado a cabo? ¿Cuál es la meta siguiente en el largo camino al objetivo central de tu estrategia?

Las interrogantes que puede plantearte, son infinitas, y la claridad que puedes alcanzar respondiéndolas es un recurso invaluable, porque ahorran otro indispensable y de máximo lujo: El tiempo.

Ahí está el fundamento de tu posición política e ideológica, tus posturas en múltiples temas, los cimientos de tu marca persona, las razones para recibir el apoyo y la simpatía de los electores.

Regalarte el tiempo que necesitas para sentarte a escribir, abrir en tu rutina el espacio para plasmar con detenimiento tus caminos y tus destinos, es una inversión que multiplicará su valor en la misma moneda, tiempo, porque declina la posibilidad de errores, confusiones, derrotas y falsos derroteros.

Escribir es una manera de hablar contigo mismo, y al dejar que el tiempo avance, al revisar esa correspondencia personal, te será más sencillo encontrar errores en tu lógica, vicios, prejuicios, debilidades argumentales, y falacias absolutas.

Tu peor crítico debes ser tú, o tal vez sería mejor decir tu mejor crítico, porque no se trata de demeritarte por mala fe, ese papel lo harán muy bien tus rivales, sino de afinar, ajustar, y repensar lo que ayer parecía terminado y total.

Este ensayo constante de tus razones y decisiones es una herramienta útil también para enfrentar el micrófono, y los medios, porque habrás practicado el mejor modo de articular tus ideas.

Escribe, escribe todos los días, aunque sea unos minutos, para procesar las lecciones del día, aunque se trate de una fecha absolutamente olvidable sin sobresaltos. Escribe para no perder de vista a dónde caminas, mirar los pasos ya acometidos, y calibrar la brújula de tu destino. Escribe poco al principio, pero con la disciplina de hacerlo siempre, a la misma hora, hasta que logres consistencia, y entonces compromete un tiempo concreto.

Ahí frente al papel, o el procesador de texto, vas a conocerte mejor, a ti, y tu camino hacia el éxito electoral.

Si buscas mejorar tu desempeño o el de tu equipo en materia de comunicación política y marketing, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para conocer tu caso.