fbpx

En el escenario político moderno hay pocas certezas, pero hay una que puedes dar por hecho: Serás oposición.

Hay para quienes desafiar al poder resulta cómodo, en su naturaleza política hay un gen combativo que se estimula al encontrarse en luchas asimétricas.

Y también están los que fácilmente se abruman al imaginarse antagonizando una fuerza dramáticamente superior.

Los primeros suelen ser reactivos, cada oportunidad es un espacio para golpear al rival. Los segundos están casi siempre a la búsqueda de una oportunidad para negociar, ganar pequeños dividendos y avanzar en una competencia de largo aliento.

Sea cual sea tu estilo de oposición, vas a enfrentarte en algún momento a un rival (aparentemente) aventajado, y será ese el momento en que tu inteligencia para administrar todos tus recursos resulte vital.

Precisamente el gran fracaso de la oposición política en México deviene, entre otras cosas, de la falta de inteligencia política para abordar el reto de enfrentar el nuevo régimen.

Cuando hablo de inteligencia política me refiero de manera especifica a tres grandes apartados:

  1. Conocer, entender y aceptar la realidad.
  2. Definir objetivos.
  3. Establecer una estrategia.

Primero, comprende la realidad.

Para asirse a la realidad hay que partir de un principio esencial: Reconocer que desconoces la realidad.

Si permites que tus prejuicios, tus filias, fobias, dogmas, aspiraciones y tu consumo mediático empañen el cristal con el que miras la realidad política, serás víctima de un engaño creado por ti mismo.

Los grandes estrategas políticos son aquellos que tienen mayor capacidad para disociar su ego de su “yo analítico”.

Esto puede sonar complejo, pero esencialmente supone asumirte como una “tabla rasa” al momento de comprender la realidad. Implica valorar la calidad y la cantidad de información con la que cuentas, y tratar de calcular la dimensión y el peso de la información que no tienes.

Una vez que has inventariado tu información y has dejado fuera de la habitación las convicciones sin sustento, tienes que limpiar tu “lente política” de emociones.

Si crees que tu contrincante es malo por naturaleza, que es un ignorante o un inepto, detente. Esas creencias, que pueden ser cómodas, y pueden darte un disfrute inconsciente de sentirte superior, son también obstáculos para el calculo político.

El rival es otro ser humano, uno que no habita en un mundo en blanco y negro, sino rico en tonos grises.

No confundas la imagen villanesca que tal vez quieres difundir sobre tu rival, con tu propia medición realista de quién es verdaderamente ese contrincante.

Si te resulta sencillo “entender” la realidad política, lo más probable es que no la comprendas. Revisa de manera constante tu proceso mental, calibra todo el tiempo tu análisis para evitar que tus preconcepciones distorsionen tu criterio.

Construye una imagen tan nítida del escenario político como puedas, no busques una optimista, no busques una que sirva a tus deseos de ver a tu rival derrotado, sino una que sea tan aproximada a la realidad objetiva que te sirva de plano para navegar hacia tu objetivo.

 

Define qué quieres cambiar de la realidad, define objetivos

Cuando militas en la oposición, y no tienes objetivos claros vas a gravitar involuntariamente a las filas de las tropas secundarias. Serás otro político menor, que despotrica a cada paso contra el antagonista compartido por tantos.

El objetivo general es construirte un capital político propio, que te permita crecer al interior de tu comunidad, y partido o movimiento. Ser una oposición inteligente significa ser competitivo antes que cualquier otra cosa.

Si atacas, criticas, saboteas, u obstruyes a un gran rival, debes hacerlo con absoluta premeditación, con la perspectiva clara de que lo hecho resulta en beneficio directo a tu marca personal, que tus palabras tienen un eco positivo en el auditorio que te importa.

Tu objetivo es crecer, y disputar el poder, no unirte a un coro reaccionario.

Invertir demasiado tiempo pensando en cómo debilitar al poderoso, te debilita a ti mismo, porque desvía recursos que deberías concentrar en construirte a ti, porque derrocharlos en un intento por destruir a un antagonista fuerte y popular es una pésima inversión.

Sin camino no hay destino. Establece una estrategia.

En los 15 años que he dedicado a trabajar con políticos, partidos e instituciones, el concepto que más confusión he visto provocar es el de “estrategia”.

Esa palabra tiene significados diferentes para cada actor político. Se utiliza como sinónimo de táctica, de discurso, de plataforma, de tipología de eventos, o de agenda.

La estrategia es el camino para llegar al destino final. Para ese viaje, como cualquier otro, se elige a priori el vehículo, la ruta, el combustible, la velocidad, el estilo de manejo, el equipaje, las paradas, y hasta la compañía.

Sólo podemos llamar “estrategia”, a aquel documento generado con una metodología profesional para establecer tu mensaje, audiencia, temas, tonos, tiempos, canales y métricas de éxito. Una estrategia en comunicación política no puede desarrollarse por las mismas intuiciones que empañan el criterio del político.

Estos ingredientes son los que dan sentido y rumbo al trabajo cotidiano, su ausencia en la mayoría de los políticos de la oposición en la actualidad es la razón de su irrelevancia.

La historia de la oposición política en México es muy corta, y fue desarrollada en una era donde la competencia era inexistente, donde ser de oposición significaba ser testigo pero nunca protagonista, crítico pero nunca alternativa.

Esa dinámica se ha transformado del todo, y mientras hay quienes encuentran el éxito adaptándose al nuevo sistema político, otros se quedan rezagados en las inercias del pasado.

¿Buscas mejorar tus prácticas en comunicación política? Contáctanos.

 

 

Enlaces útiles:

La marca política.

5 elementos de una buena estrategia de campaña

Suscríbete a nuestro Reporte Especializado en Marketing Político

Suscríbete a nuestro Reporte Especializado en Marketing Político

Únete a nuestra comunidad y recibe antes que nadie nuestros artículos, recomendaciones, y ofertas especiales en cursos, webinars, coaching y eventos.

Gracias por unirte. Pronto recibirás tu primer reporte!

Share This

Comparte este contenido.

Difunde el conocimiento.